Valores que deberán guiar al niño

La etapa escolar es un periodo vital en la formación de las personas, de crecimiento y de desarrollo, durante el cual el niño adquiere los valores que lo tendrán que guiar.

Valores de una sociedad democrática, como por ejemplo la responsabilidad, el respeto, la actitud de diálogo, el sentido crítico, la colaboración y la solidaridad, están presentes en nuestro ideario.

La educación en valores se recibe a partir del ejemplo, del modelado que hacemos los adultos y de las experiencias que se viven. Nuestros alumnos aprenden a ser respetuosos con los otros, grandes y pequeños, y con el entorno.

Enseñamos a los niños a analizar las diferentes situaciones, a entender el punto de vista de los otros, procurando no caer en la simplificación o la superficialidad.

¿Qué podemos aportar a la sociedad? Trabajo bien hecho, responsabilidad. Enseñamos a nuestros alumnos que tenemos que mirar hacia fuera, hacia los otros, que nos tenemos que plantear qué aportamos como ciudadanos.

Los proyectos solidarios, como el voluntariado con Cáritas, el Mercado solidario, la Campaña contra la hambre y el Servicio comunitario, los enseñan a dar. Aprenden la generosidad de ofrecer el propio tiempo y esfuerzo para el bien de los otros. Es una manera que tomen conciencia de los derechos y deberes de las personas, y que se den cuenta que puede ser más satisfactorio dar que recibir.

En la Escuela celebramos el Día de los derechos humanos, con charlas dirigidas a los alumnos a partir de 5º de Primaria. Alrededor de esta fecha, se organiza el Mercado solidario con la participación de toda la comunidad educativa.

Colaboramos con el Maratón de Tv3: el alumnado de Secundaria participa en las charlas; con los niños de 4º de Primaria participamos en actos para recaudar fondos.

El voluntariado con Càritas pone en contacto a los adolescentes con personas mayores de la ciudad; el alumnado de Primaria colabora con una residencia de la tercera edad. El resultado es muy positivo porque el contacto intergeneracional es muy enriquecedor.

Tanto el Mercado solidario como la Campaña contra la hambre nos permiten ayudar personas que lo necesitan de nuestra ciudad y otros lugares del mundo.

La generosidad, el altruismo, la responsabilidad ciudadana, son valores opuestos al egocentrismo y hay que educarlos para una sociedad más comprometida y justa.

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