La actividad deportiva en la escuela

Desde muy pequeños, el deporte está presente en nuestras vidas. Tumbarnos boca arriba y luego boca abajo, aprender a gatear o caminar, conseguir tocar con la mano un móvil colgado en la cuna … Todas estas acciones son las bases y los patrones que de mayores utilizaremos para practicar cualquier deporte.

En las primeras etapas escolares, es muy importante poder fijar bien estas bases motrices. ¿Por dónde empezamos? Bueno, ya lo hemos hecho desde el momento que hemos nacido. En la etapa de educación infantil (0-6 años), y lo podemos alargar hasta los 7 años, es muy importante conocer y controlar el cuerpo y sus capacidades y limitaciones de movimientos.

Por eso en la escuela, por medio de la psicomotricidad y la educación física, se trabaja de forma global, para que los niños consigan un bagaje muy rico y amplio para adquirir las habilidades motrices básicas, la coordinación general y la específica, el equilibrio general y estático y todos los patrones motrices. En casa podemos ayudar a hacerlos madurar: ir en bicicleta, jugar en los parques infantiles, bañarse en la playa y en la piscina, pasear y hacer excursiones, dejar el cochecito cuando ya no lo necesitan (alrededor de los 3 años) y así poder caminar, correr, saltar, trepar y conseguir más experiencia motriz. Esta base tan importante también se puede mejorar con las extraescolares. Cualquier actividad deportiva es buena pero, en estas edades, deportes en los que sean importantes el trabajo del control y la conciencia corporal ayudan a potenciar todo lo que hemos mencionado (por ejemplo karate, taekwondo, gimnasia).

Una vez tenemos interiorizada toda esta parte y somos conocedores de nuestro propio cuerpo, hacia 7-8 años, podemos empezar a trabajar por bloques los diferentes deportes que se pueden practicar en la escuela, adaptando el reglamento a la edad y al nivel de los niños. Dentro de un grupo clase hay mucha diversidad, porque nos encontramos niños que entrenan tres días a la semana en un deporte, y otros que no lo han practicado nunca. Lo más importante es conseguir que la actividad llegue y anime a todos los alumnos, y sobre todo que se trabajen todos los valores y emociones y se adquieran los hábitos de salud y bienestar que conlleva.

Fuera de la escuela el deporte sigue presente en muchos ámbitos y es importante que como padres potenciemos que así sea. Hay que llevar un estilo de vida activo y saludable, porque puede ocurrir que con la tecnología nos volvamos cada vez más sedentarios. Hay mucha oferta deportiva extraescolar y lo más importante es encontrar una actividad en la que el niño disfrute.

El deporte lo tenemos presente desde que nacemos y nos puede acompañar más o menos en nuestras vidas. Coger ascensor o subir escaleras? Quedarme en el sofá de casa o ir a hacer una excursión?

Lali Ros – Maestra especialista de educación física de la Escuela Sant Nicolau

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